El regulador de la ciberseguridad en China, la Administración del Ciberespacio de China, ha presentado una serie de normas para regular el desarrollo de la inteligencia artificial generativa en el país, una tecnología que ha estado creciendo rápidamente en los últimos años y que ha permitido la creación de productos como ChatGPT de la firma estadounidense OpenAI.
La inteligencia artificial generativa se refiere a algoritmos que han sido entrenados con grandes cantidades de datos para generar contenido como imágenes y textos. Los gigantes tecnológicos chinos, como Alibaba y Baidu, han estado desarrollando sus propios productos de este tipo, por lo que las normas presentadas por la Administración del Ciberespacio de China son las primeras de su tipo en el país.
Las nuevas normas establecen las reglas que los productos de inteligencia artificial generativa deben seguir, incluyendo el tipo de contenido que se permite generar. Debe estar en línea con los valores fundamentales del socialismo y no socavar el poder del Estado, según las normas.
Las empresas deben asegurarse de que los datos utilizados para entrenar estos modelos de inteligencia artificial no discriminen a las personas en función de su origen étnico, raza o género, y tampoco pueden generar información falsa, añadió el regulador.
Las nuevas normas entraran en vigor más adelante este año y trabajarán en conjunto con otras regulaciones en China, como las leyes de protección de datos y el desarrollo de algoritmos.
Italia ya prohibió el uso de ChatGPT en marzo, citando preocupaciones de privacidad. Además, los analistas han sugerido que los reguladores chinos estarán observando de cerca el desarrollo de la inteligencia artificial generativa, ya que existe la preocupación de que esta tecnología pueda generar contenido políticamente sensible.
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