La Inteligencia Artificial (IA) ha puesto en jaque el mercado laboral en solo unos meses, con miles de profesionales asustados que buscan que la tecnología sea regulada. El actor de doblaje y voz en off argentino, Alejandro Graue, es uno de ellos, ya que teme que la IA acabe con su carrera.
Graue había sido contratado para doblar en español un canal de YouTube con millones de suscriptores. Pero después de unas cortas vacaciones, todo cambió. Al ver un nuevo video en español en el canal, descubrió que la voz había sido generada por IA.
“La voz era automatizada, no tenía riqueza, ni matices, ni ritmo. La pronunciación era totalmente mecánica”, dijo Graue.
En solo unos meses, la IA ha sacudido el mercado laboral, pero muchos expertos cuestionan si se producirá la temida sustitución masiva de trabajadores. Para Guillermo Simari, profesor de Inteligencia Artificial y Lógica Computacional en la Universidad Nacional del Sur de Bahía Blanca en Argentina, la IA no reemplazará todos los trabajos en el futuro cercano.
“A pesar de que puede ser extremadamente útil, también puede causar problemas. Es una doble hoja. Pero en el futuro previsible, esta tecnología no se espera que reemplace todos los trabajos”, dijo.
Aun así, hay incertidumbre en cuanto a cómo la IA afectará a los trabajos humanos, especialmente en el ámbito creativo. La IA amenaza con robarles trabajo a profesionales como artistas de voz en off e ilustradores, pero muchos creen que la IA y los humanos pueden complementarse mutuamente.
“Lo que tenemos que hacer es educar a la sociedad para que pueda adaptarse al cambio de la manera más efectiva posible. En los últimos 100 años, ha habido una carrera hacia la especialización del conocimiento. Tendremos que pasar a la generalización del conocimiento en lugar de esta especialización“, dijo Simari.
Para Graue, la regulación es esencial. “Al menos tenemos que intentar utilizar la IA para nuestro beneficio, para que mejore nuestro trabajo en lugar de reemplazarnos”, dijo el actor.
Es importante destacar que aunque la IA tiene sus beneficios, también presenta riesgos, por lo que su regulación es esencial para garantizar el bienestar y la seguridad de los trabajadores y la sociedad en general.
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